Rubén Parra
Coordinador diocesano de MCM de Torreón
Esquema:
1. Alabanza
2. Introducción
3. ¿Qué significa bendición?
4. Bendecir en todo tiempo
5. Saber escuchar su voz
6. Meditación
7. Oración final
1.
Alabanza:
Con cantos y música2. Introducción:
David siempre tocaba sus cantos con un propósito directo y real, en cada canto estaba implícitamente la manera y la forma que el pueblo necesitaba glorificar a Dios, estaba directamente relacionado a una adoración profunda desde el corazón, David no entonada cantos para entretener al pueblo, sino, siempre buscando glorificar a Dios y que el pueblo le conociera de esta manera en sus cantos y alabanzas, él sabía porque era un adorador que al momento de entonarlos la gloria de Dios se derramaría sobre todos, nunca pensaba en él, el conocía a Dios y deseaba que el pueblo también no solo lo conociera sino que le adorara en rendición total, el los entonaba para que la gloria se derramara en todos y se beneficiaran de la presencia de Dios.
3. ¿Qué significa bendición?
David sabía que el pueblo recibiría bendición al momento de adorarle,
en efesios dice: Ef 1,3 <<Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda
clase de bendiciones espirituales, en los cielos, en Cristo;>>
Podríamos decir que podemos bendecir y ser bendecidos a la vez:
1.
Bendición: en el dar, traer ofrendas,
traer presentes, en el recibir de parte de Dios sus dones y carismas.2. Bendecir: que tú bendigas con un lenguaje fino, Dios te da palabras para bendecir con palabras finas y agradables, Dios pone en tu corazón palabras para bendecirle y bendecir a los demás.
David sabía que en el momento en que el pueblo de Dios bendecía al
Señor, éste era bendecido por el mismo Dios, es como un ciclo que Dios planeó
para que tu y yo estemos en contante bendición delante de Dios, el sabe que
bendiciéndole a Él y llevándole el mejor regalo a Dios Él lo agradece
bendiciéndote enormemente.
4.
Bendecir en todo
tiempo
Sal 34,2 <<Bendeciré a Yahvé en todo tiempo,
sin cesar en mi boca su alabanza>>
David adoraba por horas sin restricción de tiempo, él sabía que era
como el ir escavando poco a poco un terreno hasta encontrar el tesoro
escondido, ir escavando desde el corazón para ir escuchándole, ir escavando el
corazón para acercarlo a Dios.
David sabía que entre más y más tiempo pasara el pueblo en adoración a
Yahvé podrían escuchar lo que Dios quería transmitirles, era literalmente “adiestrar al pueblo para el combate”,
saber que ir al frente del ejercito alabando y bendiciendo a Dios solamente se
podía lograr estando en su presencia, era un adiestramiento de alto
rendimiento, ya que dice la palabra en 1 Cro 9,33 que estaban día y noche <<Había también cantores, cabezas de
familia de los levitas y moraban en las habitaciones de la Casa, exentos de
servicio, pues se ocupaban de día y de noche en su ministerio.>> en
la presencia del Rey de los ejércitos ya que ellos necesitaban ser formados en
un nivel de alto rendimiento en donde morando en su presencia sabían cómo
dirigir la alabanza sabían cómo dirigir al pueblo en adoración.
5.
Saber escuchar su
voz
Si no sabemos escuchar no podremos cambiar de estrategias o de formas
de actuar, así difícilmente el Espíritu fluirá con precisión, es por eso que se
necesita tener un adiestramiento de alto rendimiento en la escucha de Dios.
Muchas veces ponerle a Dios nuestro horario es de una forma detenerlo y no
dejarlo que fluya, es decir, si “someto” a que Dios actúe solo cuando tengo
tiempo, no lograremos gran cosa. Nosotros fuimos diseñados por Dios para
servirle y darle gloria en TODO TIEMPO, esto es, permitirle a Dios que actúe
libremente en nosotros ya que no fuimos diseñados para servir al tiempo, mejor
dicho, el tiempo fue diseñado para servirnos a nosotros, es por eso que cuando
entramos a la presencia de Dios por un tiempo limitado podríamos no escucharle
con claridad y así saber qué tipo de cantos y hasta con qué tipo de
instrumentos entonar tal o cual alabanza.
Aquí me voy a atrever a decir que es necesario que seamos entrenados en
la escucha de Dios, “alejado” del
instrumento que ejecutamos, no quiere decir que esto deba ser así siempre, pero
si dejar que el diálogo con Dios fluya libremente, tú hablas, y él contesta,
esperar a que el conteste, dejar que el nos hable, no distraernos ni con
nuestro instrumento, para que cuando estemos frente al instrumento en un
momento de alabanza, este nos sirva para glorificar a Dios y no para darle
nuestra seguridad al momento del servicio, sino, para que el instrumento cumpla
con esa función de instrumento que tu tocas para que fluya la adoración.
Cuando aprendemos a hacer esto, Dios toma el control y quita de las
manos del hombre la responsabilidad de ese momento de alabanza y las pone en
las Suyas, ya que no es nuestra responsabilidad que los hermanos se sanen, se
liberen, se arrepientan de corazón para ser liberados y sanados, nuestra
responsabilidad es dejarnos conducir por Él y así “crear” un ambiente de
adoración para que él se mueva poderosamente.
Dios quiere que aprendamos que la responsabilidad la está trayendo
hacia el mismo, nosotros solo necesitamos adorar con corazón profundamente
enamorado y saber que él es el que sana, libera, de él es la responsabilidad ya
que él es el que lo hace, no nosotros, no debemos pensar nunca que Dios se
movió por algo que hiciéramos nosotros, nuestra única responsabilidad es crear
ese ambiente, esa atmósfera en donde Dios se mueva favorablemente para que su reino
venga hacia nosotros y le adoremos en comunidad y con corazón puro.
Así los cantos que entonaba David necesitamos aprender a entonar, es
necesario que tengamos disposición de corazón abierto para que el Espíritu
Santo nos use como un instrumento poderoso, es necesario aprender a estar en la
presencia de Dios para así ejercer nuestro ministerio íntegramente, necesitamos
ser sensibles a las mociones de su Espíritu para así aprender a tocar el
instrumento y levantar la voz con la intención debida para poder rendirle
adoración a Dios, llevando a su pueblo a su presencia y que Él haga con
nosotros según su voluntad.
5.
Meditación:
Medita y reflexiona lo que Dios quiere de ahora en adelante de tus cantos, de tu alabanza,
de tu vida, de tu servicio y de tu ministerio.
6.
Oración:Medita y reflexiona lo que Dios quiere de ahora en adelante de tus cantos, de tu alabanza,
de tu vida, de tu servicio y de tu ministerio.
Ora a los pies del Señor y abre tu corazón para que Él deposite en ti un corazón nuevo y dispuesto a servirle genuinamente para que tu vida sea de bendición para muchos.