BENDITO EL PUEBLO QUE SABE ALABAR


BENDITO EL PUEBLO QUE SABE ALABAR

Sal 89,16-19: Dichoso el pueblo que la aclamación conoce, a la luz de tu rostro caminan, oh Yahveh; en tu nombre se alegran todo el día, en tu justicia se entusiasman. Pues tú eres el esplendor de su potencia, por tu favor exaltas nuestra frente; sí, de Yahveh nuestro escudo; del Santo de Israel es nuestro rey.

"Hijos de Dios, aclamad al Señor, aclamad la Gloria y el poder del Señor, aclamad la Gloria del Nombre del Señor" (Sal 28)

"Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas. Tocad para Dios, tocad; tocad para nuestro Rey; tocad porque Dios es el Rey del mundo. Tocad con maestría". (Sal 46)

Israel era el pueblo de Dios. De forma natural, los israelitas cantaban para el Señor y el primer objetivo de su música era aclamarlo y glorificarlo. De las más de quinientas citas en las que se menciona la música en el Antiguo Testamento, nueve de cada diez se refieren a cantar o tocar para Dios dándole Gloria.
 
Y el Señor se atreve a decir: " ¡Dichoso el pueblo que la aclamación conoce!".

·         ¿Formas tú parte de ése pueblo dichoso?
·         ¿Conoces la aclamación?
·         ¿Por qué "cantamos" en lugar de "decirle" a Dios nuestros sentimientos de regocijo y agradecimiento?

Cuando hablo, esencialmente es mi inteligencia la que funciona. Con mi razón puedo identificarme con las palabras de un salmo, e incluso repetirlas, porque reflejan mi forma de pensar. Pero cuando las canto, una parte más profunda de mi personalidad entra en juego: mis sentimientos, mi cuerpo, todo mi ser... se involucra en la aclamación a Dios. La música subraya cada una de las palabras, las amplifica, las graba en nuestros corazones y mueve nuestras zonas más profundas, impulsándolas hacia Dios. La música moviliza tanto nuestro subconsciente como nuestro cuerpo.

Si un cristiano nunca tiene deseos de cantar, ni siquiera "en su corazón "¿no es esto una señal de que algo no va bien en su vida? Pablo señala el canto como una primera manifestación de la plenitud del Espíritu y, al mismo tiempo, como un medio para aumentar esa llenumbre de Dios (Ef 5, 1 9). Decía Jesús: "De la abundancia del corazón habla la boca" (Mt. 12,34). Si no tenemos nunca un canto en nuestra boca, es que hay un vacío en el corazón. De lo contrario, ¿cómo no aclamar a nuestro Dios, cómo no gritarle alguna vez la alegría que sentimos al pertenecerle?. Si hay cantos en abundancia, cantar a Dios tiene una facultad maravillosa de llenar aún más nuestro corazón. En palabras de S. Agustín: "cuando seguimos a Dios, no hay lugar para las palabras; sólo para los Aleluyas"

"¡Aclamad, justos al Señor!" (Sal 32) - en otras traducciones "¡Gritad de júbilo, justos, al Señor!"

La victoria de Jesucristo, único Dios vivo y verdadero, debe ser aclamada más que todas las victorias de los hombres. Así nos lo dice la Palabra:"Pueblos todos: ¡batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo! "Sal 47 y "¡Tocad la mejor música de aclamación!" (Sal 33,2).En medio de nosotros, el Señor también juega un partido definitivo. Sabemos quién es su enemigo. Y conocemos de quién es la victoria. El triunfador, el goleador victorioso, ¡ es el Cordero degollado !.

Nuestras asambleas, todas nuestras reuniones - seamos cinco, cincuenta o cinco mil harán bien en asemejarse más a un estadio de fútbol donde se juega la final. En realidad, es bien sencillo; sólo hemos de alterar el orden de las letras en la palabra y, en lugar de i G - O - L ! , Gritar i G – L – O – R – I - A! con entusiasmo desbordante, con todo el ser, a pleno pulmón-corazón-estómago-brazos y piernas ... ¡hasta que se caigan los techos! Y con los techos, nuestras barreras: indiferencia, orgullo, complejos, apariencias e intelectualismos.

Que nadie crea que esto son modernidades carismáticas. La aclamación al Señor era una realidad constante en las celebraciones del pueblo de Israel. Con toda normalidad, el Señor era aclamado cómo "Héroe Victorioso". El Salmo 28,2 después de exhortar a los hijos de Dios a aclamar su gloria y su poder, nos describe la respuesta del pueblo: "En su templo un grito unánime: ¡GLORIA!". Dice "TEMPLO", no estadio o cancha de baloncesto.

Hemos de reforzar estructuras y techumbres de nuestras Iglesias y oratorios... a fin de que resistan las vibraciones y estruendos que han de venir. Ente nosotros, los católicos, la aclamación ha quedado "normalizada" o reducida a fórmulas como el "amén" o el " aleluya". Aunque en realidad son gritos de júbilo, la manera de entonarlas en muchas asambleas las convierte en un eco apagado. En relación a esto afirma Max Thurian, teólogo católico de Taizé: "Estas aclamaciones sencillas deben ser el estallido de la espontaneidad del Espíritu que habla en la Iglesia".

La aclamación entra plenamente dentro de la tradición cristiana. San Agustín, San Jerónimo, San Juan Crisóstomo, San Gregorio Magno.... etc., nos hablan de ella. Viajemos con Agustín hasta Hipona, siglo V, y veamos. El hijo de Santa Mónica nos cuenta - en latín- cómo dos hermanos enfermos, un hombre y una mujer, habían acudido a Hipona a pedir oración por su salud. El hombre obtuvo la sanación y dio el correspondiente testimonio. San Agustín comenzó entonces a hablar, explicando a la asamblea como Dios puede sanar si todos unidos intercedemos por alguien, cuando un tumulto interrumpió sus palabras. Gritos gozosos resonaban por el templo: ¡Gracias a Dios, alabanzas a Cristo! Y es que, mientras el obispo predicaba, la mujer también había sido sanada. Y el texto termina: "ALIQUANDIU CLAMOREM PROTRAXIT ", o sea que por un tiempo el clamor siguió oyéndose. Hay una cierta semejanza con la final del Zaragoza. Pero es mucho mayor su parecido con lo que, actualmente, sucede en los grupos carismáticos.

La Iglesia, nuevo Israel, debe aclamar a Yahvé con gritos de júbilo e invitar a todos los pueblos a dar palmas en su honor. Igual que el antiguo pueblo de Dios, debe invocar el Nombre del Señor, lanzando el grito de guerra con que el pueblo escogido te imploraba su protección en las batallas. Hemos de aclamar a Aquel que "marcha delante de nuestras tropas”. Aquel que nos ha sacado de la esclavitud del opresor. Aquel que ha trabado en el mar carros y caballos, y que ha sido levantado por el Padre de entre los muertos y hecho Señor del Universo.

En palabras de Diego Jaramillo: "Cuando el cristiano contempla la Resurrección de Jesucristo, se siente llevado por el Espíritu a reconocer su Señorío y a expresar su admiración en palabras, en cantos, en risas, en sílabas entrecortadas, en aplausos, en gritos, en silencios, en lágrimas... según Dios da a cada uno. Lo básico no es lo que se dice, sino el amor y la adoración que brotan del corazón"

Las únicas palabras que pronuncia el Pastor, el amigo de la sulamita, que podría representar a Dios en el Cantar de los Cantares, son: "Mis compañeros escuchan, hazme oír tu voz!" (Cant 8, 13) Dios mismo invita a la Iglesia a aclamarlo. Los compañeros que escuchan son los ángeles que rodean a Jesucristo, sentado a la derecha del Padre, que participan de nuestra aclamación y son especialmente sensibles a ella. Si hemos de aclamar al Señor - con sus ángeles y sus santos - por toda una eternidad, ¿por qué no empezar a practicar ya ahora?


Entonces porque el pueblo aclamaba a Dios


“David estableció a los levitas que habían de hacer el servicio delante del arca de Yahvé, celebrando, glorificando y alabando a Yahvé, el Dios de Israel.”


¿Quiénes eran los levitas?

Ø  Haciendo una pequeña remembranza acerca de quiénes eran los levitas,

Ø  Estos eran una tribu que fueron designados para estar al servicio en el templo,

Ø  Cuidaban los utensilios sagrados, los tesoros de la Casa de Dios,

Ø  Ellos se encargaban aparte de servir en el momento del culto, estaban encargados en dar mantenimiento a todo lo referente de la Casa de Dios,

Ø  Entre ellos había sacerdotes, cantores y cantoras por supuesto y porteros, (Núm. 1,50 y sig.) ,

Ø  Solo tenemos un motivo de servir y nuestra recompensa es la mejor y la mayor, nuestra recompensa es la presencia perpetua de Dios en nuestras vidas.

Aquí encontramos un pasaje bíblico en el que podemos ver claramente cuál es la función de un ministerio de música al momento de estar sirviendo.


El mismo Señor ha destinado para los Músicos de Dios solo una recompensa y esa recompensa es el mismo Señor, él mismo dijo “los levitas son para mí” Ellos no tenían tierras como las demás tribus, no tenían tierras como herencia como los demás, su única herencia era el Señor (Num 3,12). Es así pues que tú y yo como músicos de Dios, solo tenemos un motivo de servir y nuestra recompensa es la mejor y la mayor, nuestra recompensa es la presencia perpetua de Dios en nuestras vidas. Te das cuenta que tenemos el tesoro más grande que pueda o que pudiera existir, el mismo Señor es nuestra heredad, en agradecimiento a su presencia debemos servirle siempre con el mayor gozo, ya que hemos sido destinados a servirle por siempre, no solo por unos cuantos años, El nos llamo a servirle por siempre (1 Cro 15,2).


En Crónicas 16 vemos como debe de ser nuestro servicio como músicos de Dios al momento de estar al frente del pueblo, vemos tres características principales las cuales nos darán luz para nuestro servicio en la alabanza.  1 Cro 16,4 “David estableció los levitas que habían de hacer el servicio delante del arca de Yahvé, celebrando, glorificando y alabando a Yahvé, el Dios de Israel.”


Dice que David estableció a los levitas para el servicio delante del arca de Yahvé, es decir, delante de Dios:
·         Celebrando
·         Glorificando
·         Alabando


 Estas tres características deben reflejar nuestro servicio; es el momento de levantarnos como músicos de Dios y pedir estos tres carismas o dones a Dios, el carisma de celebrarle, el carisma de glorificarle y el carisma de alabarle para así servirle como El mismo ha establecido nuestro servicio a través del Rey David.


Somos llamados a Celebrarle.


1.      Celebrar significa:

Hacer fiesta, conmemorar, festejar un acontecimiento, alabar, aplaudir, reverenciar, venerar.


Nuestro servicio necesita estar lleno de celebración contante a Dios, es necesario que volvamos al amor y deseo de servirle a Dios como en el principio, en donde todo era Dios, todo estaba en segundo plano y Dios ocupaba el primer lugar.


Celebrar a Dios es hacer fiesta, es celebrarle con cantos y música que reflejen el gozo que hay en nuestro corazón, festejar el mejor acontecimiento que es el hecho de que Jesús nos salvó y nos regala su presencia a tal grado que el pueblo se contagie de ese gozo y unidos le celebremos en un ambiente de fiesta, de tal manera que esa celebración sea un gozo poderoso y se convierta en una fuerza espiritual ya que el gozo del Señor es nuestra fuerza (Ne 8:10), bien dice la palabra que es “bendito el pueblo que sabe celebrar a Dios” (Sal 89,15).


Que nuestros momentos de oración este lleno de celebración para así darle la gloria a Dios.


2.      Glorificar significa: Reconocer y ensalzar a quien es glorioso tributándole alabanzas.

Cuando tú y yo glorificamos el nombre de Dios, estamos reconociendo y ensalzando a aquel que es glorioso y digno de recibir la gloria. Es hacerlo el centro de nuestra vida, es reconocerlo y declararlo el centro de nuestra vida, es tributarle alabanzas. Recordemos que el enemigo no soporta que el pueblo glorifique a Dios, cuando lo hacemos definitivamente el reino de las tinieblas se estremece y es cuando los demonios huyen.


Glorifiquemos a Dios poderosamente tributándole alabanzas.

3.      Alabar significa: Elogiar, celebrar con palabras.


En pocas palabras las dos anteriores son un sinónimo de esta última, alabar a Dios es reconocer a Dios por lo que él es, aún mas allá de lo que él ha hecho, dice el Papa Juan Pablo segundo: “de modo especial seguir amando y haciendo amar la plegaria de la alabanza, forma de oración que responde inmediatamente que Dios es Dios, le canta por El mismo, le da la gloria por lo que El es, más que por lo que El hace” (Catecismo de la Iglesia Católica No. 2639)


Imaginémonos que tan poderosa era la forma de celebrar a Dios, la forma en que lo glorificaban y la manera de alabarlo que arrebataban la presencia de Dios y El mismo con todo su esplendor y gloria descendía ante el pueblo. Que tan poderosa era esa alabanza que hasta los oídos de Dios llegaban y Dios mismo se deleitaba con la alabanza de su pueblo y les regalaba su presencia. Todo esto lo hacían repitiendo constantemente una frase muy poderosa: «Porque es bueno, porque es eterno su amor» así lo narra el segundo libro de Crónicas:


“y todos los levitas cantores, Asaf, Hemán y Jeduthún, con sus hijos y hermanos, vestidos de lino fino, estaban de pie al oriente del altar, tocando címbalos, salterios y cítaras, y con ellos 120 sacerdotes que tocaban las trompetas; se hacían oír al mismo tiempo y al unísono los que tocaban las trompetas y los cantores, alabando y celebrando a Yahvé; alzando la voz con las trompetas y con los címbalos y otros instrumentos de música, alababan a Yahvé diciendo: «Porque es bueno, porque es eterno su amor»; la Casa se llenó de una nube, la misma Casa de Yahvé”. 2 Cro 5,12-13


Pidamos a Dios el don de alabarle de esta forma, no solo en el servicio sino en toda nuestra vida, que toda nuestra vida sea capaz de arrebatar su presencia y así nuestro servicio sea pleno y lleno de la presencia de Dios.


Hoy en día la renovación necesita de ministerios de música con este estilo de vida y esta forma de servir a Dios. La iglesia necesita hoy en día músicos de Dios revestidos de la gracia de Dios, ministerios de música bien preparados en todos los ámbitos, espiritual, musical, social, ministerios que vivan una vida en el espíritu bien pura y santa, que reflejemos a Cristo en toda nuestra vida, la renovación necesita de ministerios entregados, que amen a sus comunidades, a la Iglesia, necesitamos ministerios de música valientes en salir a anunciar la buena nueva de Dios, a ser misioneros no solo en nuestra parroquia sino afuera en donde la batalla se esta peleando fuertemente.


Roguemos a Dios para que los ministerios de música de la renovación seamos punta de lanza en la evangelización en México y seamos también instrumentos poderosos para que en cada momento de oración seamos capaces de suscitar la presencia de Dios.

Los Cantos en la Eucaristía

Los Cantos en la Eucaristía 



OBJETIVO:    Que los miembros del Ministerio de Canto y Música conozcan el esquema litúrgico en la Santa Eucaristía y los lineamientos para elegir los cantos en ella. Basados en la legislación pontificia sobre la música sagrada.
INTRODUCCIÓN  
Para mejor desempeño del Ministerio de Canto y Música en las Eucaristías en que les toque servir, exponemos criterios y lineamientos, que los Ministerios de Música deben atender, manifestados en los documentos de la constitución Pontificia Sacrosantum Concilium (Const. S.C.) sobre la sagrada liturgia y en su parte sobre música sagrada:
La acción litúrgica se reviste de una forma más noble cuando los oficios se celebran con cantos. (Const. S.C. Cap. VI, No. 113)
La Iglesia Universal reconoce el Canto como un tesoro de valor inestimable, por lo que la música será más santa cuanto más íntimamente unida esté a la acción litúrgica. Por esta razón, los cantos que se escojan para la Eucaristía deben ser lo más apegados a la liturgia.
Es necesario saber vivir intensamente la liturgia para poder entonar los cantos adecuados al año litúrgico.
La liturgia es la acción completa entre Dios y los hombres, en la que de una forma especial Dios bendice a su pueblo y el pueblo da Gloria a Dios.
Los textos destinados al canto deben de estar de acuerdo a la doctrina católica y más aún, deben tomarse principalmente de la Sagrada Escritura o de las fuentes litúrgicas. (Const. S.C. Cap. VI, No. 121)
El canto debe usarse cumpliendo lo dispuesto en cuanto a la Misa y en cuanto a los sacramentos.
Es conveniente fomentar con empeño el canto en toda la acción litúrgica para que así resuenen las voces del Pueblo.En la celebración se admiten también, en lugar de un órgano, otros instrumentos, siempre que sean aptos o puedan adaptarse al uso sagrado y contribuyan a la edificación de los fieles (Const. S.C. Cap. VI. No. 120)
El canto litúrgico es todo tipo de oración de alabanza, perdón, petición, reconciliación, sanación, liberación.
Nadie puede cambiar la liturgia, añadirle o quitarle cosa alguna por iniciativa propia, aunque sea sacerdote. (Const. S.C. Cap. I; Ap. III. No. 22-3).
Todo canto litúrgico debe expresarse con música propia y adecuada al momento que se celebra. Ningún canto litúrgico debe ser interpretado con música de temas comerciales o populares.  
ESQUEMA DE LA EUCARISTÍA
(Letra cursiva y negritas: cantables o rezados)

CARACTERISTICAS DE CADA ESPACIO PARA CANTAR

Canto de Entrada:
  • Es la preparación para comenzar la Eucaristía. 
  • El Pueblo debe estar de pie, que significa "El caminar del pueblo de Dios".     
  • Se canta desde que empieza a caminar el sacerdote y termina en el momento que llega a la sede. (En caso de llevar incensario el canto continua hasta que el sacerdote llega a la sede).     
  • Su finalidad es motivar el pensamiento de la celebración litúrgica.     
  • Acompaña la procesión del Sacerdote y Ministros.     
  • Este debe ser un canto alegre que invite a la comunidad a participar en la Eucaristía.     
  • El canto puede basarse en la Antífona de Entrada.     
Señor ten Piedad:
  • Es la aclamación de los fieles pidiendo misericordia.     
  • Es un canto de reconciliación.     
  • Si no se canta se recita.      
  • Se canta o se toca por lo regular en un tono menor, porque de un recogimiento más profundo.     
  • Se puede hace con la repetición de las aclamaciones.
Gloria:
  • Es un himno que glorifica a Dios Padre, al Cordero, y al Espíritu Santo.   
  • De acuerdo al tiempo litúrgico, no se canta en tiempo de cuaresma ni en adviento; se canta en Domingos y días de fiestas.     
  • El Gloria se debe cantar por ser un himno.
Salmo:
  • Es la respuesta del pueblo a la Palabra de Dios.     
  • Preferentemente debe ser el salmo correspondiente al día.
  • Se puede cantar el salmo completo.     
  • Se puede cantar la parte que repite el pueblo y lo demás se lee.     
  • Puede leerse el salmo. No es indispensable que se cante.     
  • Puede cantarse un salmo semejante aunque no sea el mismo.     
  • No se debe entonar cualquier otro canto.   
Aleluya 
  • Es una alabanza de aclamación al Evangelio.
  • Litúrgicamente no se debe omitir ni aumentar ninguna palabra.
  • Debe permitir la lectura de la aclamación en medio del canto o incluirlo en el canto mismo.     
  • En tiempo de cuaresma la expresión de "aleluya" se cambia por "Honor y gloria a ti Señor".
  • Si no se canta se puede omitir.
Ofertorio: 
  • Es un canto de ofrecimiento del pan y el vino.     
  • La letra del canto debe referirse a la transformación del pan y del vino, en cuerpo y sangre de Cristo.     
  • Se empieza a cantar en cuanto empieza el rito del ofrecimiento. 
Santo: 
  • No se debe cambiar, quitarle o agregar ninguna palabra.     
  • De preferencia debe cantarse.

Padre nuestro: 
  • No se debe cambiar, quitarle o agregar ninguna palabra.     
  • Se puede cantar o recitar.     
  • No se debe cantar con música adaptada de canciones comerciales.    
Momento de paz: 
  • Puede ser o no cantado.     
  • Si es cantado no debe prolongarse más de lo debido al grado que rompa el ritmo de oración de la misa.
  • Conclúyase en el momento en que el Sacerdote esté dispuesto en el altar para la presentación de Jesús Eucaristía e iniciar la aclamación del cordero.   
Cordero de Dios: 
  • El canto del Cordero, no puede ni debe ser suplido por el canto de paz. 
Canto de Comunión: 
  • Proporciona al Pueblo un ambiente propicio para la meditación.     
  • De preferencia debe ser un canto que hable del cuerpo y sangre de Cristo como alimento.
  • Puede ser un canto que se relacione con el Evangelio.     
  • Puede ser un canto relacionado con la antífona de la comunión.     
  • Solo en las fiestas de la Virgen puede entonarse un canto a María.     
  • Si se prevé que el momento de la distribución de la Eucaristía va a ser prolongado, se pueden interpretar dos o más cantos, procurando que el primero sea mas dinámico y el segundo más de meditación.    
Canto de Salida
  • Puede ser un canto que invite a hacer vida la Eucaristía.
  • Puede ser un canto alegre de acción de gracias.
  • Es el envío, sintiéndonos pueblo, caminando unidos hacia el mundo, libremente.
  • Puede ser un canto a la Virgen.








No apartaré mi corazón de ti

“No apartaré mi corazón de ti”
Rubén Parra
Cordinador Diocesano de MCM de Torreón



1.       Introducción desde la Palabrta de Dios:

 1 Samuel 13: 13,14

“Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Yahvé tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Yahvé hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre. Mas ahora tu reino no será duradero. Yahvé se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Yahvé ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Yahvé te mandó”

Saúl apartó su corazón de Dios. Si apartamos nuestro corazón a Dios:

·         Dios puede escoger a otro en vez que a mí:

Ø  Yahvé se ha buscado un varón conforme a su corazón,

·         Al más débil, al que no le hacemos caso; a ese escogerán en vez que a mí. En la primera carta a los corintios capítulo 1,27-28 dice San Pablo:

Ø  “Ha escogido Dios más bien lo necio del mundo para confundir a los sabios. Y ha escogido Dios lo débil del mundo, para confundir lo fuerte. Lo plebeyo y despreciable del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para reducir a la nada lo que es.”

·         Cuando veamos que no hay bendición en nosotros, no será que ya hemos apartado nuestro corazón de Dios. Dt 28,15-20

Ø  “Pero si desoyes la voz de Yahvé tu Dios, y no cuidas de practicar todos sus mandamientos y sus preceptos, que yo te prescribo hoy, te sobrevendrán y te alcanzarán todas las maldiciones siguientes: Maldito serás en la ciudad y maldito en el campo. Malditas serán tu cesta y tu artesa. Maldito el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas. Maldito serás cuando entres y maldito cuando salgas. Yahvé enviará contra ti la maldición, el desastre, la amenaza, en todas tus empresas, hasta que seas exterminado y perezcas rápidamente, a causa de la perversidad de tus acciones por las que me habrás abandonado.”


2.       Explicación de la lectura

Ubiquémonos un poco. ¿Qué es lo que está sucediendo aquí? Resulta que el primer rey que tuvieron los israelitas, fue Saúl. Y lo normal en esa cultura y en la mayoría de las culturas, es que un descendiente del rey es el que tiene que seguir en el trono. Eso es lo que se llama una dinastía. El trono se recibe por herencia. Pero sucede que ningún descendiente de Saúl fue el siguiente rey. Después de Saúl, el rey que quedó en Israel, fue David. Y la Biblia nos cuenta, precisamente en estos libros de Samuel, por qué sucedió así.

Saúl apartó su corazón de Dios, apartó su confianza de Dios, cometió incluso una gravísima falta: cuando se vio perdido, acudió al espiritismo. Saúl se apartó de Dios, y Dios se apartó de Saúl. Pero esto no lo hizo inmediatamente sino que lo hizo paulatinamente, es decir, poco a poco. De hecho vemos como David va y toca el arpa ante Saúl para que se le ahuyentara el espíritu maligno. (1 S. 16:14-23). 

Y a través del profeta Samuel, quien a su vez Dios había puesto como un guía para Saúl para que no se apartara del camino, este Samuel fue el mismo profeta que ungió a Saúl como rey, Dios le dijo a Saúl que lo descartaba como rey. Y en ese sentido, no sólo se apartó de Saúl, sino se apartó de la familia de Saúl, lo cual tiene una razón de ser también.

Cuando se nos presentaba al rey Saúl, se decía: "Era un hombre que sobresalía entre todos los israelitas, sobresalía de los hombros para arriba" 1 Samuel 9,2. Era alto, era fuerte, era un gran guerrero.

 Pero ahí hay una experiencia. Saúl, el gran guerrero, se apoya en sus fuerzas. Y sus fuerzas, como las fuerzas de cualquier ser humano, son insuficientes para responder al plan de Dios. Cuando ellas fallaron, él no buscó apoyo en Dios. Por eso Dios no quiere que Saúl sea rey, y tampoco quiere que una familia de fortachones y de guerreros, esté en el trono.

Eso no lo quiere Dios. Por tanto, Dios busca un modelo completamente distinto: la humildad de un hombre, que no proviene de familia de guerreros, la humildad de un hombre, que incluso es descartado por sus propios hermanos y por su propio padre Jesé. Ese hombre es David.

Algunas características buenas de Saúl:

Ø  Comenzó siendo un hombre sorprendente.

ü  1 Samuel 9:1 «No hay nadie como él en todo el pueblo.»

Ø  Saúl es humilde.

ü  1 Samuel 9:21 Cuando fue escogido como rey, iba a quedarse trabajando en la granja donde trabajaba. Tenía 30 años.

Ø  Tenía un futuro prometedor, y reinó por 42 años.

Ø  Saúl tenía un espíritu tan noble y a la gente le gustaba eso.

Ø  El era alto, fuerte, guerrero,

Ø  Amaba a Dios

Ø  Su futuro era brillante.

 Algunas características desagradables de Saúl:

Ø  A la hora de su muerte, era atormentado por una depresión increíble, impulsado por los celos, su mente y sus emociones estaban en ruinas.

Ø  Perdió el respeto de la gente que le rodeaba.

Ø  Sus hijos se apartaron de él.

Ø  No era capaz de amar, de tener paz o gozo.

Ø  Era el cascarón de lo que había sido antes.

Ø  Saúl no comenzó siendo malvado y violento.

Ø  El problema es que no tenía el coraje de enfrentar sus debilidades.


3.       ¿Qué fue lo que le pasó a Saúl?

·         Primero: NOS ACOSTUMBRAMOS A VIVVIR EN UNA DESOBEDIENCIA SUTIL hacia Dios.

«Lo que tienes que hacer es esperar, ¿entendiste Saúl? » « Esperar » Permite que el miedo y la ansiedad lo pongan impaciente y desobedece, a Dios y ofreció sacrificio él mismo. Llega Samuel… 1 Samuel 13:7-12 ¿Qué has hecho? Dios te pidió que hicieras una sola cosa. ¿Qué has hecho? Aquí Saúl distorsiona la verdad lo suficiente como para aparentar que lo que hizo no fue tan malo. En vez de reconocer que debía de haber esperado y no lo hizo. 1 Samuel 13:13 Parecía como si estuviese haciendo algo bueno, una desobediencia sutil. Pero Saúl no estaba confiando en Dios en ese momento. El estaba tratando de usar a Dios. 1 Samuel 15:1-3 Así que Saúl gana la batalla y opta por tener OBEDIENCIA SELECTIVA, se queda con el mejor ganado. Una vez más él trata de cubrir lo que hizo con algo espiritual. 1 Samuel 15:9 Samuel aparece cuando Saúl no lo quiere ver. Cuando sabemos que lo que hacemos no es correcto a los ojos de Dios y constantemente y paulatinamente nos separamos de su gracia. 

·         Segundo: Aprendemos a VIVIR CON  LA FALTA de intimidad con Dios.

Saúl aprende a vivir con el hecho de que ya no hay mucha cercanía entre Dios y él. «El Espíritu de Dios se apartó de Saúl, y un espíritu malo de parte del Señor le atormentaba». 1 Samuel 16:14-17. 1 Samuel 16:21-23 Ahora vamos al verso 21… «David fue a Saúl y le servía; y Saúl lo amó grandemente. “Sucedía que cuando el espíritu malo de parte de Dios venía a Saúl, David tomaba el arpa, la tocaba con su mano, y Saúl se calmaba y se ponía bien, y el espíritu malo se apartaba de él ». Saúl está al borde de un colapso emocional. Su personalidad comienza a desintegrarse. Sufre de paranoia, como que todos están en contra de él, tiene cambios de ánimo de forma repentina, pero descubre que cuando David toca el arpa, se siente mejor. A final de cuentas Saúl estaba usando la música para evadir cosas más profundas. Su distancia con Dios estaba creando todo ese dolor. La música tiene un tremendo poder espiritual. ¿Verdad? La música es muy importante de nuestro crecimiento y adoración. El necesitaba arrepentirse, pero se conformó con SENTIRSE MEJOR. Pero me pregunto cuántos de nosotros estamos en dolor ahora mismo porque hemos aprendido a tolerar la distancia entre Dios y nosotros. Dios no quiere eso. Así que cuando el dolor incrementa, tu solo quieres distraerte, trabajas un poco más, o vez más TV o te tomas un trago, o vas a la tienda y compras algo para hacerte sentir mejor. Me pregunto si tienes el valor de hacer la pregunta a Dios hoy mismo: «Dios, ¿Cómo están las cosas entre tú y yo? » ¡Había comenzado tan bien! Aprendió a tolerar las desobediencias sutiles, la falta de intimidad con Dios y trató de distraerse y buscar alivio en vez de enfrentar la verdad.  

·         Tercero: Aprendemos a VER A LOS DEMAS CON OJOS HUMANOS

Saúl aprendió a ver a los demás con ojos humanos. 1 Samuel 18… Aparece David y Dios bendice a David en todas las áreas de su vida. «Cuando Saúl vio que él prosperaba mucho, le tuvo terror ». 1 Samuel 18:15 Ahora veamos el verso 30 Saúl miró a David con recelo. Saúl temía a David, porque el Señor estaba con él y se había apartado de Saúl. 1 Samuel 18:6-12 Y lo que quedaba del corazón de Saúl comenzó a endurecerse, su corazón se ha torcido tanto que piensa que si puede eliminar a David, entonces puede deshacerse de los problemas en su corazón. Cuando uno llega a esta etapa de decadencia, te estás destruyendo. Salmo 95: “Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”. Este tiene mejor talento que yo, o a veces decimos este no tiene idea de lo que es la música, etc. 

·         Cuatro: TRAICIONAMOS los valores sobre los cuales un día dijimos que construiríamos nuestras vidas.

Saúl traiciona los valores sobre los cuales quería construir su vida y su reinado… «1 Samuel 28, 26 y ss. Al ver Saúl el campamento de los filisteos tuvo miedo y su corazón se turbo en gran manera. Y Saúl consultó al Señor, pero el Señor no le respondió. » Saúl solo quería saber ¿Qué tengo que hacer para tener éxito y ganar en la batalla? El no quería la voluntad de Dios. Él quería información sobre el futuro. Como Dios guardó silencio. Y Dios siempre va a guardar silencio ante la persona que quiera mal usar la información que Dios le va a dar. El mismo rey que prohibió lo oculto… se disfraza para usar lo oculto. Si no puede conseguir información con Dios, entonces la va a conseguir con la bruja de Endor. Consulto a una nigromante (persona que practica la nigromancia: práctica supersticiosa que pretende adivinar el futuro consultando a los muertos. Magia negra o diabólica.) ¡Saúl se disfrazó! Tiempo atrás, Saúl había echado de la tierra todos los médium y espiritistas, y había hecho una ley de que nadie podía consultar con brujas ni médiums. «El Señor te ha hecho esto hoy: mañana, tú y tus hijos estarán conmigo. Ciertamente el Señor entregará al ejército de Israel en manos de los filisteos. » (1 Samuel 28:13-19) ¡Acabado! Saúl está acabado. Su valor, esperanza y humildad: Murieron. Perdió el reino y algo más: Porque tú no obedeciste al Señor…. Un hombre derrotado cae ante su propia espada. Lágrimas de lamento por Saúl. La gente lloró, que diferente hubiese sido la historia si Saúl hubiese dado lo mejor de sí. El resultado final de la decadencia de la vida espiritual es que traiciones los valores que un día respetabas. ¿Cómo está tu vida en estos momentos?, ¿te estás acercando a Dios o te está alejando de Dios? No dejes que eso te pase a ti. Guarda tu corazón. Asegúrate de terminar bien tu carrera.  

4.       ¿Qué debemos hacer para volver nuestro corazón a Dios? 

·         Nuestro corazón necesita una transformación; ser purificado.  

Hechos 3:19 dice: “Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que del Señor venga el tiempo de la consolación y envíe al Cristo que os había sido destinado, a Jesús,”

Sal 51,12-13: Crea en mí, oh Dios, un puro corazón, un espíritu firme dentro de mí renueva; no me rechaces lejos de tu rostro, no retires de mí tu santo espíritu.  

Hch 13,22-22: Depuso a éste y les suscitó por rey a David, de quien precisamente dio este testimonio: He encontrado a David, el hijo de Jesé, un hombre según mi corazón, que realizará todo lo que yo quiera. 

Jr 17,9-10: El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿quién lo conoce? Yo, Yahvé, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a cada cual según su camino, según el fruto de sus obras. 

SALMO Sal 94, 6-11: ¡Entren, inclinémonos para adorarlo!  ¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!  Porque él es nuestro Dios, y nosotros, el pueblo que él apacienta, las ovejas conducidas por su mano. 

Ojalá hoy escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto, cuando sus padres me tentaron y provocaron, aunque habían visto mis obras”.

Purificar el corazón, purificar la voluntad y purificar la libertad es atreverse a tocar una fibra muy interior, porque es la fibra en la cual nosotros reposamos sobre nosotros mismos. 

·         Nuestro corazón necesita corrección

Pr 4,20-22: Atiende, hijo mío, a mis palabras, inclina tu oído a mis razones. No las apartes de tus ojos, guárdalas dentro de tu corazón. Porque son vida para los que las encuentran, y curación para toda carne

·         Necesitamos guardar nuestro corazón del mal 

Pr 4,23: Por encima de todo cuidado, guarda tu corazón, porque de él brotan las fuentes de la vida.   

Pr 4,24-27: Aparta de ti la falsía de la boca  y el enredo de los labios arrójalo de ti.  Miren de frente tus ojos,  tus párpados derechos a lo que está ante ti. Tantea bien el sendero de tus pies y sean firmes todos tus caminos.  No te tuerzas ni a derecha ni a izquierda, aparta tu pie de la maldad. 

·         Nuestro corazón necesita a Cristo 

Atrevámonos a permitirle a Cristo tocar nuestras fibras más íntimas, nuestros talentos, nuestra música y nuestro canto, nuestro servicio, en pocas palabras toda nuestra vida. 

Ez 11,19-21: Yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que caminen según mis preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica, y así sean mi pueblo y yo sea su Dios. En cuanto a aquellos cuyo corazón va en pos de sus monstruos y abominaciones, yo haré recaer su conducta sobre su cabeza, oráculo del Señor Yahvé.» 

Mt 5,8: Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.   

Mt 11,29-29: Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.


“Que Cristo nos haga hombres conformados a su corazón”